La iglesia de la Inmaculada Concepción de Mijas se sitúa en la parte alta del pueblo, en el interior de lo que fue el núcleo de población original. Tras la caída de Mijas en manos castellanas, se expulsó a los antiguos habitantes. La repoblación del municipio fue lenta y la afianzación de los nuevos habitantes no cuajó hasta el primer cuarto del siglo XVI.
La Iglesia bajo el título de Inmaculada Concepción, ya existía como Parroquia antes del 4 de abril de 1492. La Iglesia fue mandada edificar por el obispo Bernando Manrique y comenzó a constuirse entre 1540 y 1565, sobre las ruinas de la antigua mezquita y un castillo. Siendo en 1631 cuando se consagró, el 1 de septiembre de ese año.
La iglesia se construyó con tres naves y ya desde un principio contaba casi con seguridad con una capilla bajo la cual existía una cripta de enterramiento. Posteriormente y a lo largo de muchos años se fueron añadiendo a la misma nuevas dependencias como otra capilla con su cripta.
La fachada exterior de la iglesia era de piedra y ladrillo dispuestos en lo que se conoce como aparejo mixto (alternando filas de ladrillos con filas de piedras) y no se encontraba encalada. Esa pared exterior se adosó a la conocida como Torre de la Vela que se convirtió en su campanario, de sección cuadrangular y estilo mudéjar, es robusto, fruto de ser la antigua torre del castillo y se utilizaba como resguardo por los vecinos, cuando la invasión de los piratas norteafricanos.
Las cristaleras representan a la Inmaculada de Murillo y un Memorial del IV Centenario de la Virgen de la Peña, se instalaron en el año 1986. Se completa la decoración con el escudo del antiguo señor feudal y el escudo antiguo de la villa.
Desde su construcción el interior de la iglesia fue el lugar de enterramiento de todas las personas que fallecían en Mijas, hasta que dicha práctica fue prohibida a finales del siglo XVIII y llevada a efecto tras la construcción de un cementerio adosado a la misma en su lateral sur a comienzos del siglo XIX, cementerio que estuvo en uso hasta mediados del siglo XX. Los continuos enterramientos durante doscientos años bajo el suelo de la iglesia, provocaron que la solería de barro original se encontrase en un lamentable estado cuando se llevó a efecto la prohibición de enterramientos en su interior, por lo que sobre los pocos restos de ella se instaló una nueva solería de barro en el siglo XIX.
Hay dos campanas antiguas, la más grande pesa 680 kilos, tiene la siguiente inscripción «Padre Jesús de los Afligidos» y «Alabo a mi Dios, convoco al pueblo, lloro a los difuntos, aviso en el fuego y alegro en las fiestas», hecha en Madrid en 1915. La otra campana vieja con un peso de 200 kilos se llama Santa Teresa, año 1918, refundida en 1984. Se pusieron tres nuevas campanas, que llevan los nombres de Inmaculada, Santísimo Sacramento y Santa Cristina. En la víspera de la festividad de la Virgen de la Peña del año 1980, hechas en los Talleres de Hijos de Manuel Rosas en Torredonjimeno.
La iglesia ha tenido que someterse a varios procesos de restauración, el más importante fue el acometido en 1992 y que afectó al tejado, el armazón y los tirantes de la iglesia. Durante la reconstrucción se hallaron 8 frescos de apóstoles de autoría desconocida, si bien los estudios fechan los frescos en la etapa del barroco renacentista. La buena conservación de los frescos ha permitido su completa recuperación.
Puede visitarse durante todo el año, durante todo el día.
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Dirección: La Muralla Horarios: Durante todo el día, todos los días. Teléfono: Casa Parroquial – 952 48 50 22 Precio: Entrada libre
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